Al gobernador Guillermo Padrés Elías.

(20 de febrero) Cuando no se tiene respeto por los ciudadanos se desprecian sus formas organizativas. El sindicato es una forma de organización social y el sindicalismo una forma de pensamiento y acción ciudadana, mediante la cual los trabajadores procuran disminuir la explotación laboral e incrementar sus niveles de bienestar y el de su familia.

Es cierto que a veces los sindicatos son controlados por camarillas burocráticas que empoderadas con métodos opresores y represores usurpan el poder de mando a la mayoría de trabajadores. Empero, los males sociales estructurales: la crisis económica crónica, el desempleo, los bajos salarios, la pobreza creciente, el aumento incontrolado de precios y tarifas, el incremento y creación de impuestos, la corrupción en construcción de obras, la violación sistemática de la ley, el abandono del campo, la insuficiencia de productos agropecuarios, la contaminación criminal de las mineras, la mercantilización de los medios de comunicación, el narcotráfico y la delincuencia galopante, la economía informal incontrolada, la ineficiencia de los funcionarios públicos, la corrupción en el gobierno, la evasión de impuestos, el soborno, el regreso de enfermedades de la pobreza como la lepra y la tuberculosis, el fraude electoral institucionalizado, los altos salarios y prebendas de los funcionarios públicos, los salarios miserables de la mayoría de los trabajadores, la soberbia y prepotencia gubernamental, la impunidad, el nepotismo, el tráfico de influencias, la mala administración pública del gobierno, la promoción de la desinformación, la ignorancia y la decadencia cultural de los gobernantes, la dependencia científica y tecnológica, el déficit creciente de vivienda, la desnutrición, el incremento de la diabetes y el cáncer, los malos gobernantes y pésimos gobernadores, el analfabetismo, la falta d escuelas, la insuficiencia de profesores, la deserción escolar, millones de jóvenes que ni tienen trabajo ni se les admite en la escuela, millones de egresados que no ejercen; todo esto no es producto de los sindicatos, y menos aún resultado de la existencia de sindicatos de la educación, sino de los malos y pésimos gobiernos que padece el país y Sonora.    

Los problemas de la educación tienen su origen en las malas políticas educativas de los malos gobiernos, que asignan responsables de los sistemas educativos a personas que nada o casi nada saben de procesos educativos. Personas cuya vida no es la enseñanza sino hacer de la escuela un negocio. Negocio de construcción, negocio de computadoras, negocio de mantenimiento, negocio de plazas, negocio de vigilancia, negocio de  limpieza, negocio de consumibles, negocio de evaluaciones, negocio de viajes, negocio de colegiaturas, negocio de venta de servicios. El gobierno destruye sistemáticamente la educación para privatizarla y convertirla en mega-negocio.

El mega-negocio que concibe Guillermo Padrés Elías, gobernador de Sonora, quiere maestros desunidos, acríticos y fácil presa de los malos propósitos del gobierno. No quiere pues, sindicatos, especialmente no quiere sindicato nacional, no quiere unidad nacional de los trabajadores; sabe que así es más fácil doblegarlos. A Padrés le asusta que la esencia del sindicato es organización social, comunidad  ciudadana de intereses, para defenderse de los patrones y de los malos gobernantes. Lo que molesta a Padrés es que el sindicato es el modelo en embrión de humanidad colectiva y que preludia a la sociedad democrática, equitativa y justa, donde los gobernantes autoritarios no son aceptados. El regresivo anuncio de Guillermo Padrés Elías de terminar con el sindicalismo nacional en educación es la exhibición de la visión fascista y la mentalidad impositiva del tipo de gobernador que no merece Sonora. 

Dice Padrés que hay que terminar con el monopolio sindical en educación, es decir, quiere terminar con el derecho a organizarse los trabajadores en sindicatos únicos nacionales. Así como han impedido por retroceso legal que los trabajadores universitarios tengamos sindicato nacional. Por supuesto el gobernador nada dice de los “monopolios” de los empresarios quienes están organizados en corporaciones nacionales, tampoco señala que el gobierno está organizado en “monopolios” de poder  federal nacional, tampoco señala que la educación privada está monopolizada por empresarios e iglesia católica.

La declaración de Padrés anuncia que está por la violación de la Constitución, del artículo 123 y de la Ley Federal del Trabajo. La posición del Gobernador de Sonora es regresiva para el país y para la humanidad.



Mtro. Jorge Rountree Cons
Secretario General.


 
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