Respuesta a las declaraciones del Rector Heriberto Grijalva

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Respuesta a las declaraciones del Rector Heriberto Grijalva

(14 de febrero) Las recientes declaraciones del rector Heriberto Grijalva Monteverde merecen la atención y una respuesta clara del STAUS (se anexan documento con declaraciones). En una de las entrevistas el rector dice que las pláticas con el STAUS avanzan y que “la institución ha dado respuesta a algunas peticiones hechas por el Sindicato de Trabajadores Académicos (Staus)”. La realidad es que las respuestas de la institución han sido casi en su totalidad negativas, y sólo ha accedido a proporcionar información sobre algunos aspectos y reactivar algunas comisiones.

En concreto, en las negociaciones con la Universidad, NO HAY AVANCES. Lo preocupante es que han pasado 27 días desde la entrega del pliego petitorio, y las autoridades universitarias navegan por aguas tranquilas. Evitan asumir posiciones de confrontación en la mesa de negociaciones, pero sin ceder en aspectos importantes. Pareciera que solo les resta continuar con este proceso durante un mes más, para que antes del 16 de marzo se formalice la anunciada reelección del rector. Mientras, la falta de acciones de presión del Sindicato le abona a que “todo siga igual”.

Por otra parte, Grijalva Monteverde justifica su posición dura de no negociar con el STAUS bajo el argumento de que “… la parte académica es competencia de órganos colegiados, y eso es algo que no está sobre la mesa en la negociación”. Mientras que la falta de respuesta a las demandas económicas se justifica porque “…no se cuenta aún con la conformación oficial presupuestal por parte de la Federación.” Además afirma que va a “… hacer gestiones para completar”

Ante esta declaraciones, las preguntas obligadas son: ¿Qué no es Heriberto Grijalva el Presidente del Colegio Académico?; ¿Por qué en revisiones anteriores se han pactado programas como el de CONVERSIÓN Y ASIGNACIÓN DE PLAZAS; INGRESO POR RETENCIÓN Y REPATRIACIÓN; REGULARIZACIÓN; etc. y ahora se argumenta que no tienen facultades?; ya ha transcurrido un mes y medio del 2013 y ¿todavía no tienen confirmado el presupuesto federal?; sólo quedan cinco semanas para la fecha de revisión contractual y ¿el rector apenas va a hacer gestiones para completar la propuesta?; ¿tiene Heriberto Grijalva facultades y capacidad de gestión para resolver la revisión contractual con el STAUS?

El rector va más allá, y su confianza lo llevan a lanzar un reto a los académicos “… incrementar la matrícula universitaria para que más jóvenes tengan la oportunidad de estudiar en la Universidad de Sonora: la propuesta es que permitan aumentar cinco alumnos más a los grupos de clase de todas las carreras universitarias”. La propuesta es poco seria, pues bien sabe el rector que muchas aulas de la institución apenas si pueden albergar mesabancos para 40 alumnos. Además de que minimiza el impacto académico y laboral que representaría este incremento.

Ya en plena campaña, Grijalva Monteverde no se cansa de repetir que uno de sus logros más importantes fue incrementar la matrícula a 7 mil estudiantes de nuevo ingreso. Sin embargo, lo que no dice es que esto se hizo a costa de saturar los espacios del campus de la Unidad Regional Centro, y sobre todo a costa de la precarización laboral de los académicos. La Universidad cuenta con cientos de académicos sin estabilidad laboral, con bajos salarios y con cada vez más restricciones a sus prestaciones. Esto último por una clara política antilaboral de la administración de Grijalva Monteverde. Estos académicos, algunos de ellos contratados un semestre si y el otro no, son los verdaderos héroes del incremento de matrícula.

No se trata de oponerse a que más jóvenes accedan a la Universidad, sino de que la apertura de más espacios se haga de manera planeada, con incremento de recursos para infraestructura y plazas académicas.

Propongo que los académicos le planteemos al rector y su administración, el reto de que reduzcan sus exorbitantes salarios, al salario de un maestro de tiempo completo titular C, con una compensación administrativa equivalente al nivel 4 de las becas al desempeño académico, y que el ahorro que se obtenga sirva para crear decenas de plazas académicas de tiempo completo.

Ya de paso, y sobre la ley 4, el rector dice “Si hay muchos avances buenos no podemos decir que la ley esté funcionando mal”. Es decir, la ley 4 es algo así como la sección amarilla: sí funciona, y funciona muy bien. Claro, la ley 4 funciona muy bien, pero para los que se sirven del poder. Y ahora que le ha dado por apoyar la política antipopular de incremento de impuestos del alicaído gobernador, ya no más falta que repita su tristemente celebre frase “vamos bien, ¡vamos muuuyyy bien!”

Fraternalmente
“Ciencia y Cultura”
Dr. Sergio Barraza Félix
Secretario de Trabajo y Conflictos
STAUS