Nombramiento de Rector

Primera etapa muestra agotamiento y falta de convocatoria

(28 de enero) El nombramiento de rector para el período 2013-2017 se presenta en un contexto mundial, nacional y local demandante de participación, democracia, transparencia y rendición de cuentas. La primavera árabe, el movimiento de los indignados, el 132, y los malnacidos son claros ejemplos que señalan que nuevos vientos soplan en nuestro planeta.

Sin embargo, pareciera que la Universidad de Sonora fuera una isla anclada en el pasado, en donde 15 notables de una anacrónica Junta Universitaria se aferran a viejos esquemas para nombrar, en lugar de elegir, al rector para el siguiente período.

Adelantar los tiempos de la convocatoria, restringir el registro a un período de cinco días hábiles, promover una auscultación a modo, y no permitir la libre participación de la comunidad universitaria en la elección de las autoridades que deberán representarla, son los acuerdos de una Junta que busca allanar el camino para que en la Universidad todo siga igual.

Ante esta crónica de una imposición anunciada, la Asamblea General y el CGD acordaron que el STAUS se pronunciara por la democratización del proceso de elección de rector. Por ello hicimos pública,  junto con estudiantes y trabajadores, nuestra posición el pasado viernes en un mitin conferencia de prensa en el edificio principal.

Ese mismo día se cerró la etapa de registro de aspirantes, inscribiéndose cinco personas que ya “compitieron” hace cuatro años. Claro mensaje para la Junta Universitaria de que su convocatoria no convocó ni emocionó a los universitarios. Ello muestra que nadie cree en el proceso, que todos tienen la seguridad de que habrá imposición, porque así está diseñado en la ley.

Esta semana el “teatro” continua con una fantasmal “auscultación”, que nadie confía en que sirva de algo. Por ello las autoridades y sus personeros en cada departamento “invitan” y presionan para ir a legitimar el proceso, aun cuando saben que los dados están cargados y que la Junta es juez y parte en esta farsa.

Invitamos a los académicos a que no se presten a legitimar la “auscultación” y en todo caso aprovechen para exhibir ante la Junta su inconformidad con el proceso, y le demanden la democratización del mismo.


Fraternalmente
Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora

 
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