Profesores del Departamento de Agricultura y Ganadería reclaman con bloqueo, mejores condiciones para realizar trabajo académico

(12 de septiembre) Académicos del Departamento de Agricultura y Ganadería  de la Universidad de Sonora, demandaron enérgicamente mejores condiciones de trabajo al bloquear durante toda la mañana, los accesos a las instalaciones educativas y al campo experimental ubicado en el kilómetro 21 de la carretera Hermosillo- Bahía Kino.

Los maestros en protesta por la falta de respuesta de la autoridad, cerraron desde muy temprano la gran puerta metálica sobre la cual se accede al “campo experimental”, colocando una gran lona en el cual se podía leer que se encontraban en protesta, en búsqueda de  mejores condiciones laborales.

En una misiva enviada al rector Heriberto Grijalva, los académicos informaron a la autoridad universitaria que, en sendas asambleas delegacionales realizadas los días 28 de agosto y 9 de septiembre, se determinó la acción de cerrar los espacios, estableciendo como prioridad en el pliego petitorio el recarpeteo de la vía de acceso al campus, la cual como se pudo constatar, se encuentra en terribles condiciones a lo largo de los prácticamente dos kilómetros y medio de recorrido, exhibiendo sin pudor, verdaderas grietas y orificios de distintas dimensiones que hacen prácticamente imposible transportarse con mínimos elementos de seguridad, ya no digamos confort, o evitar el fuerte desgaste de los vehículos.

Otros de los aspectos demandados por los profesores encabezados por su delegado sindical Andrés Ochoa, es el equipamiento de laboratorios, ya que como pudieron atestiguar los representantes de los diversos medios de comunicación, con equipo insuficiente, además de antiguo  y obsoleto, lo que viene a complicar el cumplir cabalmente con el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Además, los profesores le preguntan a la administración universitaria, la causa del abandono y la falta de atención, ya que aseguran, aportan una buena cantidad de recursos a la administración central bajo el sistema de ingresos propios, al comercializar diversos productos que se venden al exterior como leche, carne, entre otros.

Como se pudo observar en la visita existen cubículos dentro de los laboratorios y el manejo y resguardo de varias sustancias químicas se realiza por necesidad, en espacios que deberían destinarse únicamente para el trabajo de escritorio y asesoría por parte de los académicos.

Los maestros también demandan que funcione a cabalidad el servicio de Internet, algo que refuerza la sensación de incomunicación, abandono y aislamiento en el que se encuentran tanto alumnos como maestros.

Otro de los aspectos que demanda la colectividad, es revisar los aspectos relacionados con la maquinaria agrícola, ya que los tractores y sus aditamentos registran un retraso tecnológico de al menos 30 años y prácticamente nadie de los profesores, incluso de los de mayor antigüedad, recuerdan cuando se compró el último tractor.

Las instalaciones que datan desde 1973, siguen presentando un aspecto amable en sus jardines, espacios exteriores y alrededores, pero definitivamente, para lograr ubicarse en pleno siglo XXI, demandan de una mayor atención por parte de la autoridad universitaria, la cual, pareciera que desde años atrás, dejo de lado su compromiso con una de las  escuelas y disciplinas que le ha dado mayores satisfacciones.

Recordemos que  Agricultura y  Ganadería, ha  forjado a miles de profesionistas de la entidad, contribuyendo a materializar y academizar  la cultura del esfuerzo, brindándole un nuevo horizonte de vida a muchos jóvenes que hoy, recuerdan con orgullo el haber pasado por sus aulas.

Hoy, el abandono complica de sobremanera la labor de sus esforzados maestros que pese a todo, transitan diariamente la destrozada ruta, ingresan a sus antiguos laboratorios y esperan pacientemente el tener mejores condiciones para poder realizar con mejores herramientas el proceso de enseñanza aprendizaje.

La paciencia se agotó el día de hoy y la respuesta justa y satisfactoria por parte de la autoridad a sus demandas, parece lejana, tan lejana como el recuerdo de cuando los entonces jóvenes y entusiastas profesores, ahora, ya en edad de jubilación, se subieron a un entonces, reluciente, eficiente y moderno John Deere.