Presentan primer acercamiento actuarial a estudio sobre pensiones y jubilaciones

(11 de agosto)  Un estudio  actuarial sobre pensiones y jubilaciones de los académicos universitarios con cálculos conservadores y  varias imprecisiones, presentó  el pasado martes y miércoles la empresa  Valuaciones Actuariales A. C, en lo que fue un  tardío primer acercamiento  con el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora y autoridades universitarias, quienes fueron los que seleccionaron a dicha empresa  para realizar el estudio actuarial, aspecto pactado por cierto, en la ya muy lejana revisión salarial 2010.

El estudio fue solicitado en aquel tiempo por el STAUS a la Universidad de Sonora para conocer a fondo la situación de dicho fondo y las proyecciones a futuro, así como el impacto que tendrá en las condiciones de vida de quienes tendrán que enfrentar la complicada decisión de dejar las aulas en los próximos años.

En una conferencia virtual desarrollada en la sala de juntas del edificio de rectoría, el director de la empresa, el actuario Francisco Miguel Aguirre, dijo que en todo el mundo los sistemas de pensiones y jubilaciones se encuentran en crisis por las deficiencias en su diseño inicial que no contempló el incremento en la esperanza de vida, el decremento en la taza de incorporación de nuevos profesores (en el caso de la UNISON, lo equivalente a la baja en las tazas de natalidad), la insuficiencia en las aportaciones, además de la inexistencia de sueldos regulados.

Afirmó que la esperanza de vida en México es de 76 años (78 en mujeres y 73 en los hombres), por lo que los sistemas de pensiones tienen que sostener por más tiempo a sus trabajadores una vez que se jubilan.

Aguirre, antes de soltar  las cifras de las condiciones de aportación y jubilación de los académicos universitarios,  aclaró que no tenía buena noticias y dijo que la Unison tendría problemas graves en el futuro, tanto financiera como políticamente, sobre todo si no se logra revertir lo que se aporta al fondo, ya que “los primeros que lleguen se van a llevar el dinero de los que vienen atrás”.  El expositor llegó a vaticinar  apresuradamente, tal como lo veremos a continuación, que en base al esquema actual, las reservas se acabarían en el 2022.

El encargado de llevar a la mayoría de los estudios para la SEP referente a las Universidades y otras “reformas estructurales”,  emprendidas por la administración federal, soltó toda una andanada de cifras, que en realidad no cuadraban con las estadísticas del STAUS, con “imprecisiones” importantes sobre todo en lo asignado a “gastos por concepto de cada persona pensionada”, ya que sus cálculos, superaban ampliamente en dos o tres tantos, las cifras reales, situación que fue observada por los miembros del STAUS presentes en la reunión.

Ante el cúmulo de observaciones, los actuarios se dedicaron a realizar ajustes a los datos que alimentaban sus programas de cálculo y cómputo. Uno de los problemas detectados es que el estudio muestra un escenario conservador, además  de que la realidad de los académicos universitarios presenta particularidades por demás importantes, que sin duda alguna tendrán algún tipo de influencia en las distintas variables, sobre todo en el hecho de que el cálculo de las proyecciones a futuro, es efectuado en base a que la mayoría de los profesores se jubilarían una vez que estarían facultados para hacerlo, aspecto que no sucede en la Universidad de Sonora.

Adicionalmente se realizó una estimación del costo de las pensiones, contemplando en sus cifras, un sin número de prestaciones no prevista en el sistema de pensiones y jubilaciones, como aguinaldo, entre otras, lo que inflaba aún más los números y le daba un menor  tiempo de vida a los recursos del fondo.

Los actuarios se comprometieron a tener un acercamiento  directo con la administración universitaria y el STAUS hacia la tercera semana del mes de agosto haciendo serios ajustes a sus proyecciones y presentando distintos escenarios.

Hasta el momento, la empresa no ha entregado ningún documento impreso o electrónico preliminar, ni a la Universidad de Sonora ni al STAUS.